Las series también evolucionan
Casi todos los académicos coinciden en que la primera serie
televisiva de éxito fue “I Love Lucy”, emitida de 1951 a 1957. Esta
serie está encuadrada en el formato de sitcom. “Bonanza” y “The Twilight Zone”
son otras series prematuras que causaron furor en su tiempo. Estas series. La
primera, del género western, la segunda, ciencia ficción en estado puro.
Si comparamos las series de hoy en día con estas, observamos
un interesante proceso de renovación que se ha ido dando a lo largo de los
años. Podemos tomar como ejemplo el caso de las sitcoms:
En la década de los 50, “I
Love Lucy” cautivaba al público. Narraba de un matrimonio arquetípico de
forma cómica. Ella era la típica ama de casa americana de los 50, no obstante,
Lucy tenía ambiciones artísticas. Él,
era el líder de una banda musical.
Otro periodo cumbre para las sitcoms fueron los 90. En esta
década ya se observa una evolución notable en la forma de hacer series. El
modelo clásico de comedia llegó a su punto más álgido con series como “Frasier” (1993-2004) y “Friends” (1994-2004). A partir de aquí
hubo que renovarse o morir.
Y efectivamente, el género sitcom se renovó. Principalmete,
se llevó a cabo una hibridación de géneros (característica principal de las
series televisivas modernas). Además, se trataron temas más atrevidos como el
sexo, la violencia o la homosexualidad. Las principales innovaciones del género
fueron las siguientes:
-Incremento en la duración de los episodios.
-Aumento del número de escenas que provoca un incremento
del ritmo de la
narración y, por lo tanto, un mayor número de elementos
dramáticos.
-Desaparición de la banda sonora con risas “enlatadas”.
-Mayor presencia de un narrador de la historia.
-Incremento y variedad temática: se abordan temas más
arriesgados y polémicos.
-Mezcla de géneros audiovisuales y formatos.
Algunas series características de
este periodo son “Scrubs” (2001-2010)
o “Cómo conocí a vuestra madre” (2005-2014).
En la década de los 00´s, el
modelo de producción americano típico fue el de capítulos de entre 40-45
minutos. Por el contrario, en Gran Bretaña se explotaba el modelo de miniserie. La miniserie es parecida a una serie televisiva normal, pero de escasa
duración, con un número de capítulos limitados y, normalmente, de mayor
duración. Este modelo se empezó a utilizar en Gran Bretaña en la década de los
50. Actualmente, sigue explotándose con muy buenos resultados, tanto en EEUU (“Olive Kitteridge”) como en UK (“Sherlock”).
Las series más actuales son
fácilmente reconocibles por la participación de las nuevas tecnologías en
ellas. Me refiero a casos como “Elementary”
en el que se hace uso de las últimas innovaciones tecnológicas como parte
del argumento. Además, la cultura de masas da el salto a la pantalla. Así por
ejemplo, en el capítulo 20 de la segunda temporada, se hace referencia a la
cultura del meme. El protagonista explica con mucha claridad y precisión este
fenómeno que, al final, resulta crucial para el caso.
Todos estos ejemplos sirven para
ilustrar la evolución que sufren los medios audiovisuales a lo largo de los
años. La sociedad cambia, y con ella las series que, al fin y al cabo, reflejan
un contexto histórico de manera más o menos directa.
Fenómenos como la webserie son exclusivos de este siglo
en el que, tradición y modernidad coexisten de forma pacífica.
Violeta Romero Lara
Webgrafía:
Álvarez Berciano, R. (1999): La
comedia enlatada. De “Lucille Ball” a “Los Simpson”. Barcelona:
Gedisa.
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